Renunciar y Aceptar

"Cualquier situación que nos reste tranquilidad, es por que no la hemos aceptado" Gerardo Schmedling.

Aceptar tiene que ver con asumir voluntariamente una situación sin que esta nos perturbe, el no hacerlo, significa que dicha situación no es coherente con lo que deseamos o asociamos a nuestro deber ser.

Aceptar de manera genuina una situación implica quedarte sin sufrir o o moverte a una realidad que te de paz

Para aceptar es necesario renunciar al deseo de que las cosas sean como creemos y mientras que esto no suceda no habrá aceptación, en consecuencia, seguramente habrá dolor y sufrimiento.

Aceptar requiere interpretar que una situación es como es y a menos que sea nuestra función cambiarla, no tenemos la potestad para hacerlo, una vez aceptado, siempre es opcional quedarse y seguir en la experiencia o moverse y construir una nueva realidad que nos genere paz.

Si algo roba tu paz es por que no lo estas aceptando, así que, se consciente de ello, renuncia al deseo de que sea como tu quieres o crees, comprométete contigo misma(o) a no querer transformar a esa persona o situación, entendiendo que no es tu función hacerlo, ten fuerza de voluntad para interpretar esa realidad, acéptala y decide respetarla como es y quedarte en ella desde tu corazón sin sufrir o migrar a una realidad que de tranquilidad.